domingo, 23 de noviembre de 2014

SILENCIO

Oigo gritos en la calle
me asomo tras los cristales.
Otro padre de familia
que jamás verá la luz del día.
Otra familia rota
que pan no llevará a su boca.
Y yo escondida en la habitación
donde no hay más que un jergón
y un hombre sangrando
que con mil lágrimas voy curando.
Temerosa de pedir ayuda
porque ni siquiera hay un cura
que tenga algo de piedad
y no acuda a la autoridad
cuando se entere de su trance
sin esperar al desenlace.
Ayer luchó con valentía
Mañana morirá con cobardía.
Porque ayer éramos republicanos
y hoy estamos condenados.
Porque ayer libres éramos
mas nuestra lucha será sólo el eco,
de lo que pudo ser y no fue

y que jamás se volverá a ver.

Presentado para "Séptimo certamen de poesía mujeres silenciadas argentina rubiera"

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