La magia de los libros se acaba y
hay que reinventarse.
Blancanieves, Cenicienta, Aurora
y demás princesas de los cuentos juegan a la ruleta rusa. Le toca el turno a
Cenicienta, que coge el revolver y se dispara. Nada. Ahora es Blancanieves quien
aprieta el gatillo. Bang. Las princesas saltan en sus asientos y la víctima
desaparece. Se alejan cabizbajas hasta la próxima sesión. Cualquiera puede ser
la siguiente.
Blancanieves vuelve al cuento.
Esta vez, viendo el aspecto de la bruja, se burla de ella y la obliga a comerse
la manzana. Nuestra princesa, huraña el resto de su vida, vive a costa de los
enanos que siguen trabajando de sol a sol.
Presentado para el II Certamen de microrrelatos fantásticos y de terror.