lunes, 1 de septiembre de 2014

BATALLAS

Después de meses de combatir en una guerra que no era la suya, de salvar la vida por los pelos sin un ligero rasguño, regresaba a casa.
Esta vez la contienda sería dura. Ni siquiera su rendición diaria le servía:

- Sí, cariño.

1 comentario:

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    Un saludo

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