viernes, 12 de septiembre de 2014

TESTIGO EQUIVOCADO

- Lo que no entiendo es qué pasó por su cabeza después de asesinar a su mujer para que destrozara así la almohada.
– Pues verá, señor detective – dijo el detenido antes de entrar en el coche. – Unos días antes de cometer el crimen, soñé que la asesinaba ahogándola con la almohada y que el mismo arma homicida me acusaba delante del juez.
– ¿La almohada?
– Sí, la almohada. Así que acabé con ella para que no me delatase.
– Es una pena, porque se equivocó de testigo. Ha sido la lámpara la que nos dijo que fue usted quien asesinó a su mujer mientras dormía.
– ¿La lámpara?
– Sí señor. O, más bien, la cámara que usted había colocado allí para grabar a su mujer siendo infiel. Se olvidó de apagarla, señor.

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